
Marin Eugen Sabau, un inmigrante rumano de 46 años, conocido popularmente como el pistolero de Tarragona, es un exvigilante de seguridad de Securitas que, hace seis meses, intentó matar a sus compañeros de trabajo disparándoles con su propia pistola. Después, huyó hasta una masía abandonada en la zona de Maspujols, se atrincheró y abrió fuego contra los agentes de los Mossos d'Esuqadra, que finalmente consiguieron neutralizarlo. Desde entonces, está ingresado en el hospital penitenciario de Terrassa (Barcelona). Ahora ha pedido la eutanasia para quitarse la vida, una solicitud que ya ha sido aceptada.
Marin Eugen, un inmigrante rumano, trabajó para Securitas Direct hasta que lo despidieron. Acusaba a la empresa de ser racistas y de deberle dinero, concretamente las tasas de un kilometraje. Hacía tiempo que lo estaba planeando, de hecho, sus compañeros recibieron correos llenos de amenazas donde aparecía él armado.

Disparó contra sus excompañeros de Securitas
Finalmente, cumplió con sus amenazas. El 14 de diciembre de 2021 se presentó en la oficina de Securitas de Tarragona. Lo hizo vestido de color negro y con una peluca. Una vez en el interior de la empresa, empezó a disparar contra los trabajadores, dejando a varios gravemente heridos.
Después de estos intentos de homicidio, huyó. Los Mossos lo identificaron en un control y Sabau respondió de la misma manera, disparándoles a bocajarro. Finalmente, se atrincheró en una masía en Riudoms y, durante horas, lo intentaron convencer para que se rindiera, pero no lo hizo.
Finalmente, los Mossos accedieron a la masía y lo abatieron.

Desde allí fue trasladado al hospital Juan XXIII de Tarragona. Allí los informes médicos confirmaron que sufría una «lesión medular incompleta» producida por los disparos de los Mossos d'Esquadra en los brazos y las piernas. Según adelanta la Cadena Ser, después de la detención le tuvieron que amputar la pierna por las balas recibidas y la lesión medular que sufre le provoca actualmente «una importante dependencia y dolor neuropático».
Desde entonces, sigue ingresado en el hospital y, seis meses más tarde, ha solicitado la muerte asistida. Una petición que ha sido aceptada.
"Sabau tiene una lesión medular incompleta que, desde hace seis meses, le genera una importante dependencia y un dolor neuropático. Después de haber empezado las medidas pertinentes en el ámbito médico para mejorar su sintomatología, reitera su idea de continuar la tramitación de la eutanasia y expresa su deseo de que se le facilite la posibilidad de morir de manera asistida", se explica al documento enviado en el juzgado de instrucción de Tarragona.

Marin Eugen Sabau está acusado de cinco delitos de homicidios en grado de tentativa y de tenencia ilícita de armas y atentado contra los agentes de la autoridad. Las víctimas han pedido que se suspenda el proceso de eutanasia con el fin de garantizar el derecho a la tutela judicial efectiva. No obstante, los médicos ya han autorizado la eutanasia para el pistolero de Tarragona.
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