Hay que ser gilipollas. Retrasado. O directamente un anormal funcional. La dictadura del homosexualismo está volviéndolos a todos locos.

La última de las perlas del colectivo en la Universidad Complutense de Madrid. Una pancarta ¡en contra de los heteros! Por obra y gracia de los mismos que se han abanderado con el estandarte de la igualdad.
Ahora ya no quieren ser iguales. Piden que nos aniquilen. Y aquí no pasa nada.
¿Qué pasaría si fuese al revés? Si en la pancartita de marras pudiera leerse "Gay muerto abono pa mi huerto". No habría trinchera mediática donde esconderse.
Porqué los padres de esta panda de tarados no se aplicarían el cuento. País de vergüenza.
