
Una de las maneras que tenemos de divertirnos es con las Escorts en Alicante, chicas cuyos servicios tienen poco que ver con las tradicionales prostitutas que todos conocemos. Estas escorts van mucho más allá de acompañarnos a la cama, ya que podemos disfrutar con ellas de una manera distinta a como lo hacemos con las prostitutas.
¿Qué diferencia hay entre una escort y una prostituta?
Las prostitutas son profesionales a las que pagamos por realizar el acto sexual con ellas. Podemos acudir al clásico club de carretera, ir a lo que siempre se ha conocido como “casa de citas” o localizar a una por la red.

En el caso de las escorts, también podemos terminar con ella en la cama, pero suelen ser chicas mucho más refinadas y cultas que nos pueden acompañar a diversos eventos sin que nadie note nada. Así, podemos ver las Escorts en Torrevieja y contratar una para irnos de fiesta con ella, llevarla a una cena de trabajo o incluso a una boda si no tenemos pareja, o no deseamos buscar una.
Hay escorts para todos los gustos
Cada uno tenemos nuestros gustos, de manera que si buscamos Escorts en Benidorm las encontraremos de todas las clases. Más altas, bajas, delgadas, con más cuerpo, curvas, etc. Además, hay chicas de todas las nacionalidades, lo que significa que podemos ir quedando con cada una de ellas hasta dar con la que más nos guste.
De hecho, muchos hombres al final terminan llamando a la misma chica porque le gusta su cuerpo, por afinidad, porque se caen bien, etc. Lo mejor es ir probando con varias de ellas, hasta dar con el tipo de mujer con la que más a gusto nos sintamos y poder quedar con ella sin tener que buscar entre todas las Escorts en Elche.
También es posible ir cambiando cada vez, pues hay personas a las que les gusta mucho la variedad e ir conociendo mujeres nuevas sin parar. Esto no será un problema, ya que hay una gran cantidad de escorts entre las que optar cuando queremos pasar un buen rato.
Hacen salidas con discreción
Entre las ventajas de las escorts está el que se adaptan muy bien a lo que necesita el cliente, puesto que se pueden desplazar si así se lo pedimos, casi siempre a cambio de un extra para el taxi. Ellas suelen trabajar en su casa, pero si lo solicitamos pueden venir a vernos a la nuestra, a un hotel o a un lugar discreto en el que nadie nos conozca.

No estamos haciendo nada ilegal, pero conviene ser cuidadosos, en especial si en este momento tenemos pareja más o menos estable.
A veces queremos que nos acompañe una mujer para divertirnos, pero no nos apetece ir a ligar a los bares. En este caso, lo mejor es optar por una escort, una mujer a la que pagamos y con la que nos vamos a poder acostar, ir de fiesta, de cena, llevarla a eventos, en definitiva, una gran variedad de actividades.