El peor síndrome traumático: dictaduras políticas y de medios
♦ #StopCensura ¡Síguenos en Telegram!
No hay peor inseguridad que sentirte desprotegido y herido en tu propio pueblo. Esto es lo que nos sucede a muchos gallegos ante una supuesta imposición de una vacuna hasta el punto de multar si no se desea o es incompatible ponerla. La salud como negocio y como cobaya el ser humano. Nunca en mi vida y en esta sociedad que dice progresar, me he sentido tan carente de libertad y sin respeto a mis derechos. Sería lo normal en toda democracia y, si no es así, no se debería gobernar ante el rasgo psicopático de nula empatía con quienes dice gobernar. Todo a la carrera en un negocio de millones de vacunas de las que no se sabe su reacción a posteriori y porque los seres humanos no son en serie ni reaccionan igual y lo que a uno cura a otra mata. Que no se atrevan a hablarme de seguridad porque nada hay seguro y, mucho menos ,si interacciona con patologías y medicaciones.