Están adoctrinando a nuestros hijos en las escuelas catalanas, y no hay más ciego que el que no quiere ver. ¿No es suficiente ver todos los acontecimientos alrededor de la educación en Cataluña para que haya una reacción a nivel nacional? ¿Qué más tiene que pasar?
Empezaron con la imposición del catalán como lengua vehicular, discriminando el español en el aula. Continuaron con la alteración de la historia, y el acoso a profesores, como a mi buen amigo Francisco Oya, por el simple hecho de dar clases en español e impartir la clase de historia explicando eso, historia. Por lo que fue expedientado, y posteriormente inhabilitado y suspendido de empleo y sueldo. ¡Totalmente injusto y vergonzoso! O quién no recuerda el señalamiento por parte de los profesores a los hijos de Policías y Guardias Civiles en Cataluña tras el 1 de octubre del 2017, y realizando actos en el patio en contra de la actuación por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y entrando por lo tanto en un ámbito que no les corresponde, y discriminando a los menores por la profesión de sus padres. ¡Sinvergüenzas!
Pero no, no queda ahí la cosa. El adoctrinamiento y la imposición del catalán ha llegado también al recreo, donde los profesores controlan a los niños para ver quién habla o no catalán en el patio, y no sólo eso, hay colegios donde se castiga a la clase sin patio si uno de los niños habla en español, de manera que fomentan además el control entre los menores.
Y del acoso, pasamos a situaciones más graves, como sucedió en mayo del 2019 en Sabadell, donde una joven de 18 años fue insultada y encerrada por sus profesores en un cuarto oscuro sola, siendo conocedores de que la chica tiene claustrofobia, y todo ello debido a que dichos profesores son CDR que asistieron al acto de Santiago Abascal en Barcelona ese mismo mes para escrachearlo, y dio la casualidad que vieron a la joven salir del acto en cuestión, motivo por el que decidieron que tenían el poder suficiente como para hacerle daño moral y emocional. Porque yo lo valgo, claro que sí, aquí la gente ya está por encima de la ley y sin consecuencias.
Y como olvidarse del suceso que ocurrió justo un mes después en la ciudad vecina, en mayo de 2019 en Tarrasa, donde una niña de 10 años fue agredida por su profesora por dibujar un corazón con los colores de la bandera de España. Lo curioso, es que el “Departament d’Ensenyament” expedienta a la maestra por romper el dibujo de la niña, ¡¡¡pero la exculpa de la agresión!!! ¿Perdón? ¿Estamos en el mundo al revés?
¿Qué pasa con los españoles? ¿Estamos dormidos? ¿Por qué consentimos que adoctrinen, acosen, insulten, menosprecien y maltraten a nuestros hijos?
¿Hasta cuándo?
Patricia Muñoz [Twitter: @PatriciaSbd] en MEDITERRÁNEO DIGITAL.
Coordinadora VOX Vallés Occidental (Barcelona). Politóloga. Activista Social.
