¿Dónde está José Antonio? Sobre la exhumación
No resulta honorable trajinar entre difuntos. Pero -aunque no me apetezca lo más mínimo- estos levantamuertos me obligan a referirme, una vez más, a José Antonio. Y es que tan vomitivo me resulta iniciar una campaña electoral trayendo y llevando sus despojos mortales como -al mismo tiempo y de idéntica forma- organizar tu propuesta política a través de la exclusiva exaltación iletrada e incorrecta de su obra. El caso es que entre los unos y los otros no le dejan descansar en paz.