El tinglado español
Desde que terminó oficialmente la actividad de la organización terrorista ETA en 2011, ya nadie mata o muere por ninguna causa sagrada en España.
Desde que terminó oficialmente la actividad de la organización terrorista ETA en 2011, ya nadie mata o muere por ninguna causa sagrada en España.
El fútbol es el deporte rey. Sin duda alguna es el que goza de mayor popularidad en nuestro país y es el origen de tantas pasiones, discusiones, alegrías, decepciones, etc.
Tras los graves disturbios protagonizados en Francia mayoritariamente por jóvenes de los suburbios de las grandes ciudades, se puede llegar a ver y a pensar que en aquel país están al borde de una guerra civil étnica, ya que casi todos esos jóvenes son, como todo el mundo sabe, hijos de la inmigración africana.
Tras la convocatoria de elecciones generales por parte del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, tras los desastrosos (y esperados) resultados del PSOE en las elecciones municipales y algunas regionales, inmediatamente se han puesto en marcha las máquinas electorales llamadas partidos políticos.
Uno de los momentos de la campaña electoral del 28 de mayo de 2023 que será más recordado en el futuro, seguramente será el del fraude de los votos comprados en Melilla. Resulta que había enormes colas para votar por correo, y al destaparse el tinglado, han desaparecido… Al mismo tiempo que desde una oficina de Correos de una capital de provincias me comentaban que en un solo día habían despachado unos 800 votos por correo, una auténtica animalada para su pequeña ciudad…
El pasado 2 de mayo se vivió la escena vergonzante y vergonzosa de ver a todo un ministro intentar colarse en una ceremonia a la que no estaba invitado. Las cámaras vieron cómo el alto cargo intentaba acceder como si se tratara de la entrada a una discoteca, cómo la jefa de protocolo le cerraba el paso cual segurata, y cómo el ministro debía dar media vuelta. Vergonzoso.
Todos los días escuchamos y leemos noticias sobre el “cambio climático”, sobre el “calentamiento global” y sobre las catástrofes que se avecinan. Se nos dice que tenemos que actuar para salvar al planeta, lo cual no deja de ser una tontería, pues la humanidad no es el planeta y a este cacho de roca voladora le es indiferente lo que sucede en su superficie.