El olvidado odio de Azaña al independentismo catalán: la traición a la República
El 19 de noviembre de 1979 se podía leer en el periódico El Alcázar: «La unidad de España ha sido puesta en trance de ruptura por decisión unilateral de quienes no se consideran españoles, en contra de la voluntad de los que tienen a honor serlo, como si a éstos esta unidad no les afectase o les fuese indiferente», unas líneas escritas por el falangista y ministro de la “democracia orgánica” Raimundo Fernández-Cuesta, que hoy en día podrían salir de la boca de más de uno de nuestros políticos nacionales. En el mismo número de este periódico, el carlista J.E. Casariego teme que España, con las autonomías «en un bárbaro salto regresivo, disfrazado de falsos progresismo, retorne a las tribus celtibéricas y reinos de taifas».