Varias personas han agredido a un grupo de diputados socialistas en los alrededores del Congreso. Entre ellos estaba el turolense Herminio Sancho, al que han tirado un huevo que le ha impactado en la cabeza, que se hizo célebre por equivocarse en la votación de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. El suceso se ha producido en torno a las 08:00, cuando estos miembros del Grupo Socialista estaban yendo a desayunar fuera del perímetro protegido en la manzana que rodea al Palacio de las Cortes, en la carrera de San Jerónimo.
Además de Sancho, estaban María Luisa García Gurruchaga, diputada por Guipúzcoa; Daniel Senderos, diputado por Álava, y Vicent Sarrià, diputado por Valencia. Los cuatro estaban desayunando sobre las 7:30 en un bar en los alrededores del Congreso cuando fueron identificados desde fuera del bar en el que se encontraban. Comenzaron a recibir insultos, por lo que avisaron a la Policía, que los escoltó hasta el hemiciclo. Fue entonces cuando Sancho recibió el impacto del huevo.
Junto con el diputado por Teruel había otros tres compañeros de su grupo, que han sido perseguidos por los agresores antes de su llegada al Congreso desde la Puerta del Sol, donde finalmente han sido escoltados por la Policía. "Si no intervienen, nos pegan", apuntaba uno de los diputados, ya en la Cámara Baja.
El PSOE ha dado orden de que no salgan del recinto acotado por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, reforzado ante la previsión de que hubiera manifestaciones, que finalmente no tuvieron la magnitud esperada en la primera jornada del debate. El despliegue contaba con 1.600 agentes y el paso de vehículos y peatones estaba bloqueado en varias calles alrededor del Congreso. El grueso de las protestas que se registraron ayer se limitaron a los alrededores de la sede del PSOE en la calle Ferraz.
Después del incidente, los agresores han sido identificados por la Policía y el PSOE interpondrá la consiguiente denuncia. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, se ha referido al asunto antes de su intervención en el debate de investidura de Pedro Sánchez. "Señalan a nuestros dirigentes y agreden a nuestros militantes, pero no nos van a callar", ha dicho el dirigente socialista, que ha pedido al PP que no siga "alimentando a la bestia porque acabará devorándolos". "Se cree que atacan a los socialistas, pero atacan a la democracia", ha zanjado.
Un español indignado planta tremenda cagada en los baños de la sede del PSOE en Ferraz
