Como buen predicador del neomarxismo progre, Kilian Cuerda Ros, portavoz de Izquierda Socialista, militante del PSOE, sindicalista de UGT y profesor de Historia de secundaria del IES Carles Salvador de Aldaia, no podía permitir que la transparente realidad enturbiara su inmaculado presente de antifascista militante. Aunque no sea más que un antifascista de opereta, Kilian Cuerda no puede permitirse el lujo de haber tenido un abuelo en la División Española de Voluntarios: la famosa División Azul que Franco envió a luchar al lado del ejército nazi. Y que es que el abuelo de nuestro Kilian -Joaquín Ros Cabo- no sólo fue voluntario de la División Azul, sino que además contó su experiencia en un ameno librito de memorias: Diario de la División Azul. Un músico en el frente ruso (Carena Editores SL. 2.013). Kilian, temeroso que la verdad saliera a la luz, decidió entonces prologar la edición de las memorias de su abuelo, sin duda, con la intención de reducir el daño que, en su jerarquía de valores, supone el hecho de haber sido un honorable soldado de la Wehrmacht. Se le acaba el chiringuito.
¡Qué vergüenza, Kilian!