Hoy, durante la Sesión Constituitva del Congreso se han vivido algunos de los momentos más vergonzosos, esperpénticos y surrealistas de nuestra vida política, con el Parlamento convertido, como era de esperar, en una olla de grillos, una casa de citas sin dueño, en la que cada diputado ha tenido vía libre para prometer o jurar su cargo.
Desde tomas de posesión por los derechos sociales hasta las proclamas por la libertad de los 'presos políticos', el feminismo, el mandato del 1 de octubre o la República Catalana. Un espectáculo dantesco que sería inadmisible en cualquier país desarrollado del mundo.
Si los propios representantes del Estado no hace respetan los símbolos nacionales en las Cortes, que es donde reside la soberanía nacional, ¿qué esperamos?
¿El Congreso es una casa de putas? ¿Se puede jurar o prometer la #Constitución en cualquier idioma y por lo que quieras? ¿Podemos tomar posesión por 'Mis cojones 33'?
— MEDITERRÁNEO DIGITAL (@MediterraneoDGT) 21 de mayo de 2019
#SesiónConstitutiva
Sin embargo, una de las sorpresas de la jornada la ha protagnizado Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos. El dirigente comunista ha dejado atrás sus promesas anteriores puño alzado al más puro estilo bolchevique, para rematar con un más que correcto, "por los derechos sociales, por la democracia y por España". Nos pinchan y no sangramos.
El líder de la extrema izquierda más radical, el capo de los perroflautas, tomando posesión de su cargo, ¿por España?
Por la democracia.
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 21 de mayo de 2019
Por los derechos sociales
Por España.#SesiónConstitutiva pic.twitter.com/2rS0R6y29h
Pablo Iglesias: 'Yo no puedo decir España'
Llama si cabe todavía más poderosamente la atención este súbito cambio de registro de Iglesias, que hace apenas tres años no solo renegaba públicamente de los símbolos nacionales, si no que iba todavía un paso más allá y reconocía, sin tapujos y abiertamente que "yo no puedo decir la palabra España". No sea que le salga un sarpullido.
"La identidad España, para la izquierda, una vez que terminó la Guerra Civil está perdida. No sirve para hacer política en Cataluña, en Galicia y en el País Vasco, y es un agregador con el que gana la derecha".
"Pero yo no puedo decir España, no puedo utilizar la bandera roja y gualda. Yo puedo pensar y decir: yo soy patriota de la democracia y por eso estoy a favor del derecho a decidir y de que la educación y la sanidad sea pública. Pero yo no puedo decir España".
Desde que vive en un casoplón de Galapagar y lleva escolta, hasta en eso el líder comunista se ha convertido en su desnostada casta. Diez años más en el escaño y ya no se acuerda ni de la letra de La Internacional. Si el Che Guevara levantara la cabeza.
[#VÍDEO Pablo Iglesias: 'Yo no puedo decir España']