
El secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, aseguró que el Vaticano no se opondrá a la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos. Así se lo ha comunicado a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, con la que se ha reunido en Roma.

El número dos del Papa Francisco en el Vaticano y la vicepresidenta del Gobierno han coincidido en la necesidad de encontrar una solución a través del diálogo, según han explicado desde La Moncloa.
En declaraciones a los periodistas en la Cámara Baja, la vicepresidenta ha dado algún detalle más de la entrevista que mantuvo con Pietro Parolin, con el que acordó que Gobierno e Iglesia intentarían "encontrar una salida" para inhumar los restos de Franco cuando sea exhumado del Valle de los Caídos, un entierro "que obviamente no puede ser la Almudena".
"Lo que acordamos", ha asegurado, "fue estar de manera conjunta, tanto el Gobierno como la Iglesia católica, para encontrar una salida que obviamente no puede ser la Almudena".

Calvo ha asegurado que el Estado tiene la obligación de vigilar que "un dictador no sea enaltecido en ningún punto de España", por lo que sus restos deberán inhumarse "en un lugar en condiciones de dignidad, pero en ningún lugar en los que pueda ser objeto de ningún tipo de homenaje".
El Gobierno volverá a cambiar la Ley
Resulta que ya no solo quieren y se conforman con exhumar a Franco del Valle de los Caídos a través de un decreto exprés sin precedentes: ahora, también pretenden evitar que pueda ser enterrado en la Catedral de la Almudena, donde la familia tiene una cripta privada y el lugar que ha elegido para su eterno descanso. Un abuso flagrante que salta todas las líneas rojas. Quieren volver a cambiar la Ley para llevarlo donde ellos quieran. Lo nunca visto. Democracia hecha a medida. Pero recuerda, el fascista y el intolerante, eres tú. Los progres son todos seres de luz. La única verdad que vale, es la suya.

Llama poderosamente la atención que sea precisamente la Iglesia, la gran protegida de Franco durante su Régimen, y a la que el Ejército Nacional salvó, en la Guerra Civil, de la aniquilación y exterminio seguro a manos del Ejército Rojo, la que acabe dándole la puntilla y entregue a la izquierda, que tanto le odia, su cadáver en bandeja de plata. Hay que ser muy vil y muy miserable. Si no fuera por los Nacionales, la Iglesia en España, hace muchos años que no existiría.
Que tome nota más de uno: la historia siempre se repite. Cuando vuelvan a arreciar los malos tiempos y de nuevo se dediquen a quemar cruces y saquear conventos, que recen mucho y el Altísimo, en su infinita misericordia, se apiade de ellos. Nosotros no podemos.
