
Casi 44 años después, y en plena campaña electoral, los restos de Francisco Franco han dejado de descansar en paz junto al altar mayor de la Basílica del Valle de los Caídos. Gracias a un Decreto de urgencia a medida apoyado por la Memoria Histórica y avalado por el Tribunal Supremo, el Gobierno socialista ha hecho efectiva la exhumación que Pedro Sánchez convirtió en un problema de Estado. Todo se ha desarrollado según el plan inicial previsto. Hoy, se ha destapado la caja de pandora para del odio eterno entre las dos Españas.

Edgar Sánchez: 'Exhumar a Franco es desenterrar todos los viejos fantasmas de las dos Españas'
Tras una breve ceremonia religiosa, tal y como había solicitado la familia, los descendientes del que fuera Jefe del Estado de 1939 a 1975 han transportado sus restos a hombros hasta la salida de la Basílica. Una comitiva fúnebre de 22 familiares directos. El féretro, el mismo en el que Franco fue enterrado hace 44 años, estaba cubierto por un pendón con el escudo familiar y sobre él había una corona de laurel adornado con cintas con los colores de la bandera española. El Gobierno prohibió a la familia la petición expresa de colocar sobre el ataúd una bandera nacional, con o sin escudo, a pesar de que se trata de uno de los militares más laureados de toda nuestra historia.
Pedro Sánchez, ¿obligado a dar a Franco honores militares en su exhumación?
Los restos de Franco tampoco han recibido ningún tipo de honor. El silencio solmene del momento sólo ha sido roto por el grito de "Viva España, viva Franco!" que han lanzado los nietos con el ataúd ya en el coche fúnebre.
Uno de los dos helicópteros de la Fuerza Aérea, modificado especialmente para la ocasión, ha trasladado el féretro hasta el cementerio de Mingorrubio, en El Pardo, donde los restos de Franco descansarán a partir de ahora junto a los de su mujer, Carmen Polo, en un panteón familiar. En el camposanto están enterrados también otros jerarcas del Régimen, como Carlos Arias Navarro y Luis Carrero Blanco.
Llamamiento a los españoles: el jueves, 24 de octubre, todos al Pardo para rendir homenaje a Franco

Consciente de que su determinación para sacar a Franco del Valle de los Caídos ya le ha reservado un lugar en la historia, Pedro Sánchez ha liberado hoy su agenda para seguir desde La Moncloa un acontecimiento que dará la vuelta al mundo gracias a las 22 cámaras que TVE ha colocado para su retransmisión. La televisión pública ha sido además la única autorizada para pinchar la señal. Democracia hecha a medida. Como en los años del franquismo. Una gran campaña de propaganda electoral que pagamos todos.
"Es una gran victoria de la democracia", repite Sánchez desde que los seis magistrados del Supremo, colocados a dedo por ellos mismos, le dieran la razón a su Gobierno. Entramos en una nueva fase desconocida de la historia de España.