
La líder del Frente Nacional (FN) y candidata a las presidenciales francesas, Marine Le Pen, quiere imponer un impuesto a las nuevas contrataciones de los empleados extranjeros, tal y como ha asegurado en una entrevista al diario Le Monde.

Los ingresos que se recauden con esa medida se dedicarán a indemnizar a los parados, explicó Le Pen. Su propuesta electoral se enmarca en la llamada "prioridad nacional", que prevé aplicar desde su llegada al Elíseo.
La medida va en la línea de la que avanzó el secretario de Estado de Inmigración de Reino Unido, Robert Goodwill, el mes pasado. La idea era que las empresas pagaran unos 1.150 euros por cada trabajador "cualificado" de la Unión Europea después del Brexit.
Además Le Pen, avanzó su intención de imponer una "contribución social" del 3% a la importación de bienes y servicios, impuesto con el que prevé recaudar "como mínimo 15.000 millones de euros" y que asegura que no tendrá repercusiones relevantes sobre el poder adquisitivo.
"La base de todo esto es el patriotismo, es decir, cada medida y cada euro gastado tiene como vocación defender el interés de los franceses", añadió Le Pen, a la que los sondeos dan por seguro su paso a la segunda vuelta de los comicios.
La candidata abogó por un "proteccionismo inteligente, la lucha contra las deslocalizaciones salvajes", y dijo alegrarse de que el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, pronunciara en su discurso de investidura "el acta de defunción del ultraliberalismo integral".
"Trump fue elegido por promesas que está aplicando. Ese respeto de los electores debería ser un modelo para todo político".

En un adelanto de su programa electoral, que será presentado este fin de semana en Lyon (sureste), la representante identitaria reiteró su intención de sacar a Francia de la Unión Europea.
"Iré inmediatamente a Bruselas para emprender la negociación sobre el retorno de cuatro soberanías: la monetaria, legislativa, presupuestaria y territorial. Y seis meses después de las elecciones, organizaré un referendo sobre la salida de la UE", dijo.
Le Pen se mostró convencida de que su iniciativa va a desencadenar "un movimiento" al que numerosos países van a ir también para "obtener la retirada de reglamentaciones y tratados que perjudican su seguridad o su economía".