
En la República Dominicana, país de origen de la asesina confesa del pequeño Gabriel, también se han hecho eco del horrendo crimen de su compatriota, Ana Julia Quezada.

Una cadena de televisión nacional, la RRN (Red Nacional de Noticias), dedicó ayer un espacio completo a este terrible suceso que ha conmocionado a toda la opinión pública española. Vistas desde nuestro propio prisma, sus palabras harían rasgarse las vestiduras en pleno a la progresía de nuestro país, instalada en la inopia, la demagogia más vil y el buenismo permanente.
Mientras en España la plana mayor de los periodistas e intelectuales de izquierdas pusieron el grito en el cielo y dispararon con bala contra MEDITERRÁNEO DIGITAL por ser el primer medio en desvelar la nacionalidad de la criminal, los propios dominicanos piden a los españoles que "expulsen a toda la basura" que ha llegado desde su país. Por si quedaba alguna duda.
La escritora Lucía Etxebarría pide que cierren Mediterráneo Digital [@MediterraneoDGT] https://t.co/mSkOeyvA3f pic.twitter.com/bjmyocoFuS
— MEDITERRÁNEO DIGITAL (@MediterraneoDGT) 12 de marzo de 2018
"En España se está aconsejando que no se extienda la rabia, es decir, que no se hable de esta mujer más y que queden las buenas personas, eso quiere también decir, los buenos dominicanos", explican los tertulianos.
Y entonces interviene el presentador del programa, Roberto Cavada. Citamos de forma y manera literal.
" Es que en España, en general en los países de Europa, las leyes han sido muy permisivas con unos crápulas que han emigrado en los últimos años y que los ves echados en las calles sin hacer nada en todo el día, más que delinquir y que encima están arropados, mantenidos por el gobierno. ¡Qué hacen esas basuras en ese país que es España! Tienen que sacar a esa gente, gente que no hace absolutamente nada. ¿Que hacen esas basuras, sanguijuelas en España? Tienen que sacarles de ahí, es que encima hay de muchas nacionalidades. Estos países de Europa tienen que hacer una profilaxis, una limpieza. Todo el que no sirva sacarlo de ahí, y el que no quiera salir, sacarlo a la fuerza. Hacer algo con ellos, meterlos a la cárcel pero haciendo trabajos para ayudar a la sociedad. Lo que está claro es que hay que hacer algo duro".

Y sentencia: "¡Lo que era España!". Razón no le falta.