
¿Nos están tomando el pelo a los europeos? ¿Se abusa de nuestro buen corazón? ¿Se juega con nuestro sempiterno sentimiento de culpa? ¿Se recurre constantemente a imágenes de niños para manipularnos desde los medios de comunicación?

Una fuerte polémica sacude estos días el Reino Unido. Procedentes de Calais (Francia), el tristemente famoso campo de refugiados conocido como 'la Jungla', han llegado 14 niños sirios en unas condiciones especialmente delicadas.
La desprotección que sufren los más pequeños en este tipo de conflictos bélicos ha llevado a las autoridades británicas a autorizar su acogida en versión express.
Sin embargo, el escándalo ha estallado cuando se han hecho públicas las fotos de estos supuestos 'niños'.
Incluso uno de los diputados conservadores, David Davis, lo denunciaba a través de su perfil personal de Twitter: "Estos no me parecen niños. Espero que la hospitalidad británica no esté siendo víctima de un abuso".
Se calcula que en 'la Jungla' hay más de 1.200 menores, teniendo casi la mitad familiares ya en el Reino Unido, por lo que la mayoría podría acceder al derecho de reagrupación.
La gravedad de estos hechos deja al descubierto una cuestión de fondo, si cabe, muchísimo más trascendente: cómo se miente y se manipula constantemente a la opinión pública desde los medios de comunicación.

La prensa vendió que "Reino Unido acoge a 14 niños refugiados" por una cuestión humanitaria. Reproducir sus fotos, además, está prohibido: pueden acogerse a las leyes de protección de menores.
En nuestro país, ningún periódico ni ninguna televisión se ha hecho eco de esta información: por si acá, no vaya a ser que papá Estado se enfade y les cierre el grifo. Nada nuevo bajo el Sol.
Si una imagen vale más que mil palabras, la de los 'niños' refugiados es pura poesía.
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