
El horrible asesinato de Desirée Marionetti, que fue drogada y violada durante 12 horas por 10 africanos, conmueve a Italia y se convierte en un caso nacional al aumentar la animadversión hacia los inmigrantes.

Desirée, joven de Cisterna di Latina, localidad de 35.000 habitantes, a unos 50 kilómetros de Roma, fue drogada con heroína, quedó inconsciente y sufrió una violencia indecible hasta su muerte en un edificio abandonado, conocido como «La Casa de las drogas», en el otrora barrio tradicional romano de San Lorenzo, no lejos de la estación de Términi, un barrio inmerso desde hace 20 años en un creciente deterioro igual que otros puntos de la capital.
Como presuntos autores del crimen han sido detenidos cuatro inmigrantes africanos: Dos senegaleses, irregulares en Italia, Mamadou Gara, de 26 años, y Brian Minteh, de 43. El tercero es un nigeriano de 40 años. Los tres tienen antecedentes por tráfico de droga. El cuarto es Yusif Salia, 32 años, de Gambia, que en el momento de ser detenido tenía 10 kilos de marihuana. En Italia habían pedido permiso de residencia por motivos humanitarios, porque huían del «infierno». Son acusados de homicidio voluntario, violencia sexual en grupo y tráfico de estupefacientes. La Policía investiga la posible participación de otros inmigrantes.
Un testigo ha declarado a la agencia de noticias ANSA: «Esa noche yo estaba en el edificio. Vi a Desirée por el suelo y alrededor había 7-8 personas». El abogado de la familia ha manifestado que el hecho de que la joven se encontrara en Roma durante esa noche fue «una gran sorpresa para todos; no sabíamos que frecuentara la capital». A la abuela, Desirée había dicho que se marchaba a dormir a «casa de una amiga». Sus compañeras de clase afirman que era «buena, tímida e insegura». La madre, Barbara Mariottini, destrozada por el dolor, pide justicia: «Quiero que esta tragedia no vuelva a suceder».
La tristísima historia de Desirée se ha transformado ya en el inicio de la campaña de la Liga para conquistar Roma. El ministro del Interior, Matteo Salvini, que acudió dos veces al lugar del crimen, llamó «gusanos» a los responsables del delito, asegurando que lo pagarán muy caro. «Haré todo lo que sea para que estos gusanos culpables de este horror paguen hasta el final su infamia»

Catturato a Foggia il quarto VERME che avrebbe STUPRATO e portato alla morte #Desirée.
— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) 26 de octubre de 2018
Si tratta (guarda caso) di un immigrato clandestino.
Per lui, come per gli altri tre, carcere duro e a casa!!!
Ringrazio la Procura e le Forze dell’Ordine per la rapidità e l’efficacia.
Seguro que para los progres estamos frente al enésimo caso aislado que no saldrá por televisión. No te contará la prensa. Y que tampoco copará las portadas de los principales medios de comunicación. ¿Qué pasaría si los agresores fueran blancos, heterosexuales y españoles? Los colectivos feministas ya calentarían motores para volver a quemar las calles de nuestro país. ¡Qué escoria!