España decidió cancelar la petición de extradición de Carles Puigdemont cuando éste estaba en Bélgica porque la ley belga no contempla el delito por el que se le pretende juzgar. Ahora que el ex presidente catalán ha sido detenido en Alemania, la situación es distinta y el riesgo, mucho mayor para él.
Los delitos de rebelión y sedición de que se acusa a Puigdemont sí tienen correspondencia en el Código Penal alemán, algo que no ocurría en Bélgica. La ley alemana establece penas de entre diez años y cadena perpetua para el delito de 'alta traición".
Esa alta traición se entiende como el intento, con "violencia o con amenaza de violencia", de "cambiar el orden constitucional que se basa en la ley fundamental del Estado". Para que Alemania acepte la extradición de Puigdemont debe entender que, efectivamente, ha existido esa violencia o amenaza de la misma. La pena establecida para casos menos graves es una pena privativa de la libertad de seis meses a cinco años.
#ÚltimaHora
— MEDITERRÁNEO DIGITAL (@MediterraneoDGT) 25 de marzo de 2018
¡Cazado! La policía alemana detiene a Puigdemont en la frontera con Dinamarca https://t.co/Wn0IzBRPhg pic.twitter.com/jDnRMRGgHu
Puigdemont huyó de Finlandia porque allí la legislación penal castiga los intentos de sedición con hasta diez años de cárcel. De ahí que emprendiera la vuelta a Bélgica, aunque el viaje fuera interrumpido.
Que finalmente sea en Alemania donde finalmente pueda hacerse efectiva la orden de extradición es una mala noticia para Puigdemont. No sólo se cumple ahora el principio de doble incriminación -que el delito atribuido sea ilícito tanto en la legislación del Estado requirente como en el del requerido-, sino que además el país germano castiga con dureza la traición al Estado.
El artículo 83 recoge también el delito de "preparación" de la alta traición y prevé penas de entre tres meses y cinco años de cárcel para quien "prepare una iniciativa específica dirigida a la alta traición contra un Estado miembro". El 87, por otra parte, se refiere a la actuación "como un agente secreto" para sabotear al Estado y "sus principios constitucionales", un delito con penas de prisión de hasta cinco años.
En Alemania la sedición es delito de alta traición contra el Estado.#Puigdemont pic.twitter.com/mthLXIKbKw
— Daniel Lacalle (@dlacalle) 25 de marzo de 2018
Lo habitual es que la entrega se realice en virtud del "grado de confianza elevado" que establece la norma europea sobre detención y procedimientos de entrega entre Estados miembros. No obstante, para el delito de rebelión, más aún en casos especialmente complejos, el país al que se le ha requerido la entrega puede revisar la causa y pedir algunas garantías.
Tras la detención de Puigdemont, la Fiscalía ha comunicado que se encuentra realizando "intensas gestiones" con sus homónimos en Alemania y Eurojust, con el objetivo de "poner a su disposición toda la documentación y material que se precise para hacer efectiva la euroorden".
Carles Puigdemont, jaque mate.
Los Servicios de Inteligencia españoles avisaron a la policía alemana para cazar a Puigdemont https://t.co/Qu3n5XXnS7 pic.twitter.com/EGmZJPpXnS
— MEDITERRÁNEO DIGITAL (@MediterraneoDGT) 25 de marzo de 2018