La policía belga identificó ayer martes por la tarde a dos ciudadanos de nacionalidad española que se presentaron uniformados como agentes de la Guardia Civil y entraron en la vivienda que Carles Puigdemont ha alquilado en la localidad belga de Waterloo, según han explicado fuentes del entorno del 'expresident' a la Agència Catalana de Notícies (ACN).
Los dos hombres llevaban puesto el uniforme del instituto armado, tricornio incluido, cuando fueron interceptados por los agentes de la policía de Bélgica, la de verdad, que les identificaron y fueron detenidos.
Según fuentes oficiales, el expresident no se encontraba en esos momentos en casa, ya que lleva desde el fin de semana en Ginebra (Suiza) participando como ponente en un congreso sobre derechos humanos, y el jueves se desplazará a Finlandia para intervenir en una conferencia sobre Cataluña en la universidad de Helsinki.
Sin embargo, otros apuntan a que Puigdemont sí estaba en la vivienda en el momento del asalto. Según ha trascendido, el líder independentista se puso muy nervioso al ver a los agentes de la Guardia Civil, hubo una discusión muy subida de tono y rápidamente llamó por teléfono a su abogado y para pedir protección a la policía belga, ante el temor de ser trasladado inmediatamente a España.
La foto de Puchi viendo a los dos tricornios llamándole a la puerta desde el videoportero, no tiene precio.
Si el genio catalán Salvador Dalí levantara la cabeza, estaría orgulloso: Cataluña se ha convertido en el epicentro del surrealismo universal.
¡Aquí no hay quién viva!
— MEDITERRÁNEO DIGITAL (@MediterraneoDGT) 8 de febrero de 2018
Puigdemont se muda a Waterloo y su vecina es catalana: 'Es un cobarde. ¡Qué vuelva a España!' https://t.co/qSeIG4Zrb1 pic.twitter.com/JSkabrlOCV