
Los masajes son una buena forma de cuidar nuestro bienestar, no solo corporal, si no también mental. En el pasado, estos masajes estaban reservados para gente pudiente, ya que eran exclusivos de spas de lujo o de centros privados, en los cuales el precio por un masaje era bastante elevado.

Actualmente, podemos contratar estos servicios en diversos establecimientos, como centros comerciales, hoteles e incluso algunos aeropuertos cuentan con puestos de masajes. Los precios también se han visto reducidos, pero siempre dependerá del tipo de masaje, de su duración así como de la reputación del masajista.
Tipos de masajes
Se puede definir como masaje al frotamiento, presión y manipulación, con mayor o menor presión, de músculos, la piel, ligamentos, o tendones con el objetivo de aliviar determinados dolores y proporcionar al cuerpo alivio y relajación. Hoy en día existe diferentes tipos de masajes, entre los cuales podemos encontrar:
Masaje deportivo: Este tipo de masajes se realizan con el fin de evitar o tratar cierto tipo de lesión deportiva. El masaje deportivo y el sueco son muy similares, con la única diferencia de que el primero está destinado a personas que practican cualquier tipo de actividad deportiva.

Masaje sueco: Es uno de los masajes más conocidos y demandados. Consiste en realizar movimientos suaves, circulares, lentos y amasantes de manera más profunda para lograr relajar el cuerpo, así como para aportarle vitalidad y vigor. En este tipo de masaje también se emplean golpeteos y ciertos tipos de vibraciones.
Masaje profundo: Son los masajes destinados a aliviar y tratar algunas lesiones musculares, ya que se emplean movimientos más profundos para, de este modo, lograr llegar a las zonas más profundas de los músculos y tejidos.
¿Qué hay que estudiar para poder ser masajista?
Como hemos visto, los masajes son grandes aliados para nuestra salud, por lo que cada vez se necesitan más masajistas dispuestos a cumplir la alta demanda de estos. Para poder ejercer, es necesario saber que no es imprescindible una títulación universitaria, aunque también se puede estudiar el grado de Fisioterapia.

En caso de no poder estudiar la carrera, existen ciertos cursos para poder ejercer como masajista. Por ejemplo, si somos de Galicia, existen Cursos de masaje en Vigo, Coruña, Santiago y Pontevedra Estos cursos cuentan con intensivos en verano o semana santa, pensados para aquellas personas que trabajan y carecen de tiempo el resto del año. Dichos intensivos también lo pueden realizar personas que no residan en la Comunidad Autónoma, ya que permiten viajar con alojamiento incluido. Por otra parte, en Lugo y Ourense también se imparten, pero pensados para personas mayores.
Una vez finalizados estos cursos, la titulación nos permitirá trabajar en toda Europa como quiromasajistas.

Beneficios de los masajes
Con el paso de los años, los masajes se han ido incorporando como tratamiento para un amplio abanico de afecciones y problemas médicos ya que estos cuentan con múltiples beneficios:
- Mejoran el sistema inmunológico, algo fundamental en personas inmunodeprimidas.
- Ayudan a reducir los niveles de presión arterial, así como mejoran la frecuencia cardiaca y la circulación sanguínea.
- Reducen el estrés y aumenta la relajación de la persona.
- Reducen el dolor, inflamación y tensión de músculos y tejidos.
Por otro lado, y a pesar de que no está científicamente comprobado, se ha visto que los masajes son muy útiles en casos de ansiedad, fibromalgias, insomnio causado por estrés, entre otras afecciones.