
Los 629 inmigrantes del Aquarius que llegaron a Valencia el pasado 16 de junio, además de atención prioritaria y un exhaustivo chequeo médico, recibieron de fuentes de Cruz Roja bolsas de acogida llenas de ropa y un kit de higiene personal.

El paquete de bienvenida consistía en un chándal, una camiseta, un par de calcetines y tres mudas de ropa interior. El botiquín de higiene personal llevaba cuchillas de afeitar, compresas, cepillo, pasta de dientes y un peine.
No sabemos si habrán sido los propios inmigrantes, pero en las últimas horas han empezado a circular por redes sociales las fotografías de los contenedores de Cheste, donde están alojados los subsaharianos ilegales, a rebosar. Hasta arriba de los kits de Cruz Roja. Toda la ropa, a la basura.
Igual es que no les gustó el modelito. O quizás es que hace demasiado calor, y están acostumbrados a ir más ligeritos. Si una imagen vale más que mil palabras, los containers a reventar son poesía pura. La próxima vez, que les den chándals de marca.
