El miércoles de Todos los Santos por la noche, llegaron a la madrileña estación de Atocha los miembros de la Mesa del Parlament, Anna Simón de Junts pel Sí y Joan Josep Nuet de Catalunya Sí que Es Pot. Ambos lo hicieron para declarar ante el Tribunal Supremo por un presunto delito de rebelión tras la proclamación del 27 de octubre de la República Catalana.
A su llegada, entre gran expectación y fuertes medidas de seguridad, les esperaba un numeroso grupo de personas ataviadas con banderas españolas, entre gritos de 'Viva España', 'Fuera', 'Golpistas, 'Puigdemont a prisión' o 'No nos engañan Cataluña es España'.
@laSextaTV recoge nuestro recibimiento a los criminales sepaRatas en Atocha
— Más Razón Q Un Santo (@MasRazonqUnSant) 2 de noviembre de 2017
Allá donde vayan habrá patriotas exigiendo que se haga justicia pic.twitter.com/wAVbdXWiFS
Recibiendo en ATOCHA a los criminales separatistas
— Más Razón Q Un Santo (@MasRazonqUnSant) 1 de noviembre de 2017
Aunque el sistema os proteja los patriotas os perseguiremos hasta que se haga justicia pic.twitter.com/dtC5FMOLV2
Gabriel Rufián, diputado y portavoz de Esquerra en el Congreso, sacó su artillería pesada allá donde mejor se sabe defender: en las redes sociales. A los pocos minutos, tuitetaba: "No es que les falte educación, es que les sobra fascismo". Un mensaje en consonancia con lo que dijo hace unos días Pablo Iglesias: "El fascismo ha perdido el miedo y ha salido a la calle".
No es que les falte educación, es que les sobra fascismo.
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) 2 de noviembre de 2017
Paradójicamente, cuando la situación es la inversa, es decir, miembros del Partido Popular o de Ciudadanos recibidos en Cataluña con abucheos, bronca y esteladas, lo habrían enmarcado dentro de su socarrada "libertad de expresión", que todo lo aguanta, o el "jarabe democrático" de los escraches que tanto gusta a la izquierda y que solo vale cuando se los hacen... a los demás.
Rufián junto con Joan Tardá, diputados de ERC en el Congreso, se embolsan más de 7.000 euros en nónima mensuales (dietas aparte). En total, entre ERC y el PDeCAT, se llevan del erario público 286.370 euros cada mes, por encima de los 3'5 millones de euros al año. Y el Iphone de última generación desde donde tuiteta, también se lo pagamos todos.
¡Vaya jetas! Tardá y Rufián dicen que se quedan en el Congreso para liberar Baleares y Valencia https://t.co/1EjH7XGySC pic.twitter.com/PT9qyhbb5f
— MEDITERRÁNEO DIGITAL (@MediterraneoDGT) 1 de noviembre de 2017