
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, sigue reclamando la necesidad de que el candidato a la investidura a la presidencia, Pedro Sánchez, se avenga a negociar un gobierno de coalición con él como garantía única de que se aplica un programa de gobierno de izquierdas. Aunque el dirigente podemita tiene claro que el presidente en funciones lo va a intentar primero “con la derecha”, le ha advertido que si le dicen que no, como se teme, los 42 diputados de las confluencias “no se regalan”. El precio para el acuerdo con ellos es por tanto un Ejecutivo para el que Iglesias tiene claro que deberá ser proporcional a los resultados electorales pero para el que sugiere la gestión de las áreas de Trabajo y Hacienda. Anda que es tonto.

En declaraciones a TVE, el líder del partido comunista se ha resistido a hablar de ministerios o de ministros, pero se le ha entendido todo cuando ha comentado su predilección por las carteras con “aplicación de derechos sociales”, entre los que ha citado la necesidad de que “se acabe con temporalidad laboral” y “que haya justicia fiscal”, dos asuntos que dependen de los ministerios de Trabajo y de Hacienda, respectivamente.
Iglesias ha insistido en la voluntad de hablar primero de programa y luego de equipos para hacer un diseño competencial de las áreas del nuevo Ejecutivo, de manera que se asegure que “se aplica” ese programa, pero se ha mostrado firme a la hora de indicar que los posibles representantes de Podemos del nuevo Gobierno los elige Podemos, por mucho que puedan acabar siendo independientes.
"Creo que cualquier ciudadano, aunque no nos haya votado, sabe que la única garantía de que en este país haya ciertas políticas sociales es que nosotros estemos en el Gobierno". @Pablo_Iglesias_ en @Desayunos_tve pic.twitter.com/1krg015UgD
— PODEMOS (@ahorapodemos) 10 de junio de 2019
El hecho de que en el PSOE se hayan abierto a la posibilidad de incorporar a independientes de reconocido prestigio afines a la formación morada en lugar de realizar un gobierno de coalición al uso no ha gustado a Iglesias, que ha insistido en que es “imprescindible” que la fórmula bicolor para que la investidura de Sánchez cuente con su apoyo. “Nosotros jamás plantearemos ningún veto a los planteamientos del PSOE, pero tampoco que decidan quién tenga prestigio y quién no”, ha recriminado. Además, ha marcado distancia con la propuesta socialista al señalar que “las personas que proponemos nosotros, las proponemos nosotros”.
En su insistencia por que Sánchez se avenga a negociar la composición y el programa del nuevo gobierno, el líder de Podemos ha reprochado la capacidad de los socialistas de hacer “una campaña de color rojo y luego conformar un gobierno de color naranja o azul”. De hecho, ha garantizado que “incluso un programa precioso no se va a garantizar si no estamos en el Gobierno”, tras lo cual se ha remitido a la “experiencia”, que le hace estar convencido de que “un gobierno en solitario del PSOE no puede llevar a cabo un programa de izquierdas”.

"No vamos a pedir nada que no nos corresponda. Sabemos que con 42 diputados no podemos imponer todo nuestro programa, ni siquiera buena parte de él, pero algunas cosas sí, que creo que, además, van en la línea del propio programa del PSOE".@Pablo_Iglesias_ en @Desayunos_tve pic.twitter.com/OCWf1AFqqt
— PODEMOS (@ahorapodemos) 10 de junio de 2019
Iglesias ha rechazado la voluntad de los socialistas de llevar a cabo la “geometría o geografía variable”, que se basaría en “pactar algunas cosas con Podemos y las cosas importantes, con PP y Cs”, en referencia a la economía y la fiscalidad, según ha citado. Y aunque ha dicho ser consciente de que por su peso electoral no pueden imponer el programa de Podemos, sí que se pueden asumir algunas cosas “que van en la línea del PSOE y que son sensatas”.
Para que el nuevo gobierno de coalición vea la luz primero tiene que salir adelante la investidura de Sánchez, para la que Iglesias ha apremiado a los socialistas a trabajar. Lo ha hecho con un nuevo reproche: “No concibo ni como hipótesis, que (Sánchez) se presente a la investidura sin acuerdo de gobierno. Que un candidato con 123 sea capaz de presentarse diciendo ‘mírenme, ya me pueden ir votando’, es irresponsable”.
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