
No hubo sorpresas. Todo según lo previsto. Pedro Sánchez no fue investido Presidente del Gobierno en la primera votación. El resultado era previsible, necesitaba mayoría absoluta, una utopía en nuestra nueva composición parlamentaria. 124 votos a favor, 170 en contra y 52 abstenciones.

#SesiónDeInvestidura Con 124 a favor, 170 votos en contra y 52 abstenciones, el #Pleno rechaza la investidura de Pedro Sánchez. Al no alcanzar la mayoría absoluta necesaria, el jueves se realizará una segunda votación.
— Congreso (@Congreso_Es) July 23, 2019
NdP: https://t.co/AMZQ3JnqRV pic.twitter.com/4QUrpa5cM1
El candidato socialista solo ha sido capaz de ganarse el apoyo del único diputado del Partido Regionalista de Cantabria (PAR) de su amigo Revilla, mientras que los llamados a ser sus socios mayoritarios durante toda la Legislatura le han dado la espalda. De momento. Unidas Podemos ha optado finalmente por moverse hasta la abstención, previsible para marcar la distancia y generar presión hasta el último minuto en la negociación. Se pondrán de acuerdo, están condenados a entenderse.
Lo adelantó MEDITERRÁNEO DIGITAL: Irene Montero, vicepresidenta del Gobierno

También se han abstenido el PNV, Bildu y Compromís, que en todo momento se han mostrado proclives a no bloquear la candidatura de Sánchez. Todos están esperando a que el presidenciable mueva ficha, en una especie de subasta al mejor postor. La ausencia de los presos del “procés” también ha computado como abstención.
La derecha vota NO
El bloque del NO lo ha liderado la derecha. PP, Ciudadanos y Vox, que votaron en contra de la investidura de Pedro Sánchez, a pesar de las continuas llamadas que lanzó el candidato desde la Tribuna a su abstención para "facilitar un Gobierno" que ponga en marcha la Legislatura. Exactamente Igual que el se abstuvo con su famoso No es No a Mariano Rajoy. El destino que es así de caprichoso.

¡Se acabaron los complejos! La España Viva ha llegado al Congreso para quedarse
El voto en contra de Irene Montero
Podemos decidió cambiar su posición de “no” a “abstención” en el último momento y la prueba es el voto de Irene Montero, que siguió la sesión desde su casoplón de Galapagar, y que votó telemáticamente antes de las 9 de la mañana. No le dio tiempo a cambiarlo.

El jueves, apurarán hasta el último minuto y culminar con final feliz el guión previsto: ponerse de acuerdo para darle a España el primer Gobierno de coalición entre socialistas y comunistas. Que Dios nos coja condesados.
El curriculum de Irene Montero: ¿de qué ha trabajado la señora de Pablo Iglesias?