
La huelga de taxistas que ha arrancado este lunes en Madrid ha afectado a cientos de ciudadanos en los principales nudos de transporte de la capital. Uno de ellos ha sido el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que ha tenido que escuchar todo tipo de gritos e insultos a su llegada en AVE a la estación de trenes de Atocha.

Así lo ha reflejado el propio Rivera en una cadena de tuits en la que recoge la reacción de un grupo de personas que lo persiguen durante su recorrido hasta la salida al grito de "¡Fuera, fuera!" o "¡Eres un golfo!", entre otros. "Recién llegado de Sevilla me he encontrado esto en la estación de Atocha. Me consta que hay muchos taxistas respetuosos y que legítimamente defienden su interés, pero con insultos y agresividad no lograrán convencer a los usuarios", ha escrito el líder de la formación naranja en su cuenta personal de Twitter.
"He tratado de explicarles mi postura, pero entre amenazas e insultos es imposible tener un debate constructivo. Estas actitudes a los primeros que perjudican es a ellos [...] Sigo pensando hoy aún más que ayer que los ciudadanos tienen derecho a elegir si se desplazan en taxi, VTC o como quieran", ha añadido.
Sigo pensando hoy aún más que ayer que los ciudadanos tienen derecho a elegir si se desplazan en taxi, VTC o como quieran. (3/3) pic.twitter.com/9OxMj15fBb
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) 21 de enero de 2019
Paros en Madrid
La protesta coincide con el primer día de huelga indefinida del sector del taxi en Madrid, donde los conductores del gremio protestan contra los VTC y reclaman una regulación que permita cumplir la proporción legal de 1/30.
Los representantes del sector se han reunido esta mañana con el presidente de la Comunidad, Ángel Garrido, si bien las conversaciones no han servido para rebajar la tensión. El principal escollo del encuentro ha sido la exigencia de los taxistas de contar con una ley autonómica que regule la precontratación y los tiempos para la misma en la VTC.

Frente a ello, la Comunidad de Madrid no quiere entrar en esa cuestión y opta por delegar a los ayuntamientos la precontratación. Esta postura ha indignado a los taxistas, que celebran esta tarde una asamblea para decidir sus próximos pasos.