
Tras la alarma que desató la presencia de la carabela portuguesa hace unas semanas, la costa de Castellón se enfrenta a una nueva plaga de medusas.

En esta ocasión, se trata de pelagias noctilucas o medusas luminiscentes y su picadura es muy fuerte. Son de color entre rosa y violeta y su diámetro puede llegar a los veinte centímetros.
La aparición de bancos de esta medusa, la segunda más urticante del mar Mediterráneo, puede deberse a la acción del viento y de las corrientes y a la ausencia de predadores.
En caso de picadura, se recomienda lavar la zona con agua salada, nunca con agua dulce, y quitar los restos del animal con pinzas evitando frotar la piel. Además de escozor, el bañista puede sufrir mareos, dolor de cabeza, fiebre y vómitos.
Conocida también como 'clavel', esta medusa es de color rosa y violeta, de tamaño pequeño/mediano y con muchos tentáculos que pueden medir hasta dos metros de longitud. Provocan picaduras muy fuertes ya que presentan niveles elevados de toxinas en sus tentáculos originando una fuerte irritación.