
Todo ocurrió durante el último pleno del Ayuntamiento de Paiporta, un municipio valenciano de más de 25.000 habitantes, situado en la comarca de l'Horta Sud.

El concejal de Cultura de Podeu, marca blanca de Podemos y Esquerra Unida en la localidad, Alberto Torralba, y actual segundo teniente de alcalde de la ciudad, tenía el turno de palabra cuando se dirigió a la Corporación municipal en los siguientes términos. Y citamos de forma y manera literal.
"El documento de la federación de tiro y arrastre en su artículo 14 dice: 'maltratar a las caballerías más de lo permitido en la competición, tendrá como sanción tres tiros como mínimo. El propio reglamento considera que se maltrata a los animales, eso sí no mucho. Como a la mujer, hay que pegarle lo suficiente, no mucho. Solamente lo justo".
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Una comparación entre el maltrato animal y la violencia de género totalmente reprobable, ofensiva y fuera de sitio. De hecho, tras las palabras de Torralba el Pleno comenzó a agitarse y a levantar el tono, impidiéndole seguir adelante con su intervención.
La propia portavoz del Partido Popular en Paiporta, el principal partido de la oposición, visiblemente nerviosa, Isabel Chisbert, pidió públicamente la reprobación y retirada inmediata de las palabras del concejal del equipo de Gobierno. Una disculpa pública que la alcaldesa de la ciudad, Isabel Martín (Compromís) al frente del tripartito de izquierdas que dirige el Consistorio y ferviente militante feminista, no consideró oportuna por el "tono irónico" que supuestamente confirió a su compañero de fatigas

El PP pide la dimisión del concejal
El que fuera alcalde de Paiporta entre 2007 y 2015, el abogado Vicente Ibor (PP), no ha dudado en pedir la dimisión inmediata del Concejal de Cultura en su perfil personal de Facebook.
"Es inadmisible que el Concejal de Cultura del tripartito de Paiporta compare el trato a los caballos en el tiro y arrastre con la agresión a las mujeres. Es un tema demasiado doloroso y frecuente para que este señor bromee y se burle. Exigimos su inmediata dimisión y que sea reprobado por machista por sus socios de gobierno. ¡¡¡QUE VERGÜENZA!!!.".

Curiosamente, el Pleno, controlado por la izquierda, sí votó en contra del propio Ibor, por sus comentarios "machistas y retrógrados" dirigidos a la concejala de Hacienda y Administración General, Beatriz Jiménez, en la sesión extraordinaria del 26 de junio, unas acusaciones que el PP rechazó, calificando de "insulto a las mujeres usar el supuesto machismo para ocultar las irregularidades del equipo de Gobierno".
Paiporta, en manos de un tripartito de izquierdas
Desde las pasadas elecciones municipales, el Ayuntamiento de Paiporta está gobernado por un tripartito de izquierdas, formado por Podemos, Compromís y el Partido Socialista. A imagen y semejanza de sus 'hermanos mayores' en la Generalitat Valenciana.
La formación morada cuenta con 2 concejales, los socialistas con 4 y Compromís con 6. El Partido Popular, con 7, volvió a ganar las elecciones y fue el partido más votado.
Los populares obtuvieron 4.199 votos, frente a los 3.228 de Compromís, 2.620 del PSOE, 1.370 de Podemos y 1.117 de Ciudadanos.
¿Qué pasaría si fuera al revés?
Para los defensores y simpatizantes podemitas, las palabras de Alberto Torralba son"irónicas", "en tono sarcástico" y no están fuera de lugar. Además, inciden en que "no se entiendió la ironía". En el humor todo vale.
Sin embargo... ¿qué pasaría si fuera al revés? Si un concejal del Partido Popular o de Ciudadanos hubiera tenido la desfachatez de afirmar, en un Pleno municipal, que "a las mujeres hay que pegarles un poquito, como a los animales".
Inundaría periódicos, coparía portadas y abriría los telediarios en las televisiones de medio país. La caverna mediática filoprogre lo habría lanzado a la hoguera mediática, las redes sociales lo fusilarían (virtualmente) al amanecer, y se estaría pidiendo su dimisión por tierra mar y aire.
Es la ley del embudo. El "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago". El mejor y más fiel reflejo de los imputados interruptus Sánchez Mato y Celia Mayer en el Ayuntamiento de Madrid. Los dogmas de fe incuestionables de los guardianes del código de la corrección política y las buenas maneras, los mismos que dan lecciones de democracia o reparten carnets de periodista. La clásica demagogia de la izquierda populista. Ya cansa.