Este viernes, 6 de octubre, se ha visto una de las primeras imágenes judiciales derivadas y consecuencia directa del 'procés'.
Jordi Sánchez, presidente de la ANC, Jordi Cuixart, líder de Òmnium Cultural y el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, han desfilado por delante de la Audiencia Nacional, tras ser citados a declarar investigados por un posible delito de sedición, tras los incidentes de la madrugada del 20 de septiembre en Barcelona.
Los dirigentes de las dos asociaciones independentistas, Sánchez y Cuixart, se han negado a prestar declaración ante el juez acogiéndose precisamente a sus derechos constitucionales (qué curioso).
Madrugada de odio independentista en Barcelona https://t.co/jCZsRg9e1B pic.twitter.com/Fe8LsBg9JX
— MEDITERRÁNEO DIGITAL (@MediterraneoDGT) 21 de septiembre de 2017
Como han venido repitiendo en numerosas ocasiones, ni la ANC ni Òmnium reconocen ya la legislación española, y se someten, según sus propias palabras, única y exclusivamente a "los poderes del Parlament" que emanan de "la soberanía del pueblo de Cataluña".
Una legalidad paralela hecha a medida. A pesar de esta clara postura de presión y desacato al Tribunal, la juez Carmen Lamela no ha dictado medidas cautelares y ha permitido que los tres imputados puedan volver a Barcelona.
La DUI los hará libres
La esperanza de Sánchez y Cuixart: que el president Carles Puigdemont haga la declaración de independencia unilateral la semana que viene y queden, según la propia 'Ley de Transitoriedad', indultados y libres de cualquier delito vinculado con la secesión.
Los caminos del 'procés' son inescrutables. Y las tragaderas del Estado también.
Mantinguem tota la serenor, tota la confiança i tota l'esperança en el futur d'aquest país. Gràcies per tant, sempre endavant! pic.twitter.com/J0bVJUSNkL
— Jordi Cuixart (@jcuixart) 6 de octubre de 2017