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Final anticipado de vacaciones. El vicepresidente del Gobierno y la ministra Irene Montero han cancelado antes de tiempo sus días de descanso, después de que se hiciera público su destino y ambos recibieran una catarata de insultos y amenazas.
La llegada de la pareja ya generó mucha polémica en la localidad de Felgueras, donde aparecieron numerosas pintadas despectivas y hasta un bar ha denunciado haber sufrido numerosas "presiones" tras reservar el local para los líderes comunistas. Los dirigentes podemitas ya han abandonado el municipio.
El acoso fascista tiene el mismo objetivo que los juicios fake, las cloacas y las tertulias difamatorias: agotarnos como humanos para destruir un proyecto. Y un aviso a navegantes para cualquiera que se atreva a pedir impuestos a los ricos o a tocar al rey https://t.co/7LPx95vTgU
— Pablo Echenique (@pnique) August 17, 2020
La pareja se alojó en casa de su amigo, el diputado y secretario general del PCE, Enrique Santiago, un viejo conocido de MEDITERRÁNEO DIGITAL. Dios los cría y ellos se juntan.
Un día más tarde de su llegada ya aparecieron pintadas como "Coletas rata" en la carretera. Además, un restaurante en el que estuvo la pareja se ha visto obligado a emitir un comunicado a través de su página de Facebook.
"En primer lugar,apuntar que nuestro local,sigue funcionando normalmente (adoptando todas las medidas necesarias en esta "nueva normalidad"),y sigue estando abierto para absolutamente TODO EL MUNDO", han señalado en su perfil público. Y han añadido: "en segundo lugar, que nuestra 'casa' se desvincula totalmente de cualquier inclinación ideológica,siendo el respeto y la educación ,lo único que prima entre nosotros".
Ante lo ocurrido, la alcaldesa de Lena, Gema Álvarez (IU), ha señalado en sus redes sociales que "lamento la mala imagen que para el concejo han generado las protestas ultraderechistas contra el vicepresidente y la Ministra de Igualdad, que intentaban pasar unos día de descanso en Lena". Y deja claro que su localidad "es un sitio ideal para pasar las vacaciones".
Al final, la pareja, ante el revuelo originado, ha decidido marcharse antes de agotar los días de descanso que tenían pensado pasar en Felgueras. Han tomado la decisión por "la seguridad de sus hijos" por lo que han decidido regresar a su casa de Galapagar (Madrid), donde también han sido objeto de protestas en los últimos meses.
Algunos políticos y miembros del Gobierno, como el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que ha lamentado el "acoso de la extrema derecha" a Iglesias, Montero y sus tres hijos. A través de su cuenta de Twitter, no ha dudado en señalar que este tipo de conductas son algo "inadmisible en una democracia". Menos cuando lo hacían ellos.
