Los socialistas convierten la cuestión territorial en una jaula de grillos, con propuestas distintas en cada Comunidad, rematadas por la más folclórica de todas ellas hasta ahora. Lo publica Esdiario.
La "España federal". La "plurinacional". La "Nación de naciones". Son conceptos que, desde Zapatero hasta Sánchez, el PSOE ha ido enrevesando para camuflar la inexistencia de una única voz territorial en el partido, que ahora puede tener el presidente electo por la ausencia de contestación interna, pero dista mucho de estar definida y ser conocida.
Al contrario, los socialistas son una jaula de grillos en este punto, y es imposible encontrar un discurso único, o siquiera parecido, en todo el territorio. El barón catalán no dice lo mismo que el valenciano, ni el vasco o el balear que el extremeño o el castellano, aunque todos intentan cuadrar el imposible círculo de la unidad de acción e, incluso, de caja.
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La última genialidad ha llegado de otro barón que aspira a repetir de presidente y, a ser posible, sin tanta tutela de Podemos. Se trata de Javier Lambán, uno de los dirigentes más críticos con Sánchez, hoy volcado en aprovechar paradójicamente el tirón de su jefe de filas el pasado 28A.
Suya es la propuesta más foclórica escuchada hasta ahora, y eso es mucho decir en un PSOE que trata con improvisación o eufemismos la crucial cuestión territorial. Así, el presidente del Gobierno de Aragón y líder de los socialistas aragoneses ha apostado por "un segundo proceso de descentralización" del Estado. De esta forma, ha reclamado que ciudades como Zaragoza o Valencia sean "capitales compartidas" de España.
Así, ha solicitado que se lleven "partes del Estado" a otras localidades, para que las oportunidades que ofrecen de empleo y riqueza se extiendan "por todo el territorio". Algo que ningún país de Europa hace. De momento, nadie en el PSOE le ha desautorizado.
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