
En la comida en un restaurante de Maracena en la que se fraguó el secuestro de la concejal Vanessa Romero se barajó "contratar a un par de ucranianos" para amedrentar a la edil incómoda que amenazaba con desvelar supuestas irregularidades urbanísticas. La alcaldesa, Berta Linares, dejó bien claro que "no la quería ni ver" y deseó su muerte. Aunque, al final, la idea que se impuso fue la de darle "un susto", la propuesta que puso encima de la mesa el secretario de Organización del PSOE andaluz y ex alcalde de esa localidad, Noel López, sentado en esa mesa junto a Linares, el concejal de Urbanismo, Antonio García Leyva, y la pareja de la alcaldesa y, a la postre, autor material del secuestro, Pedro Gómez.
Es éste el que relata todo lo anterior en sus declaraciones ante la Guardia Civil y el juez de Instrucción 5 de Granada, el mismo que ha visto indicios "suficientemente relevantes" como para pedir al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que asuma la causa e impute al número tres del PSOE-A, dado que es parlamentario y, por tanto, aforado, y que, en el mismo paquete, esclarezca la responsabilidad de la alcaldesa y el edil de Urbanismo, todos ellos directamente salpicados por un escándalo que ha puesto patas arriba el tramo final de la campaña electoral para los socialistas.

El sumario, que había permanecido secreto hasta hace solo unos días, permite reconstruir, siempre según los testimonios del secuestrador -actualmente en prisión preventiva- y la víctima lo sucedido el pasado 21 de febrero y los hechos que precedieron al asalto que sufrió la concejal Vanessa Romero y los que siguieron y que, de acuerdo con el auto judicial conocido este jueves, se ven refrendados por pruebas objetivas como la investigación llevada a cabo sobre los teléfonos móviles de los implicados.
El "susto" debía consistir en meter a la edil en el maletero del coche, atarla con bridas y darle "varias vueltas" para que se desorientara y temiera por su vida. Pero, antes, cuenta el secuestrador, el número tres del PSOE-A relata que le había ofrecido a Romero un puesto de administrativa en Aguasvira, la empresa de mayoría pública que suministra el agua en la comarca, pero que lo había rechazado porque quería "algo con más poder y donde ganase más".
El encuentro en el mesón en el que se urdió el plan ocurrió en el mes de enero, en una fecha posterior a la festividad de Reyes, señala el auto del Juzgado de Instrucción 5 de Granada y se materializó el 21 de febrero. Ese día, a primera hora de la mañana, Romero, como solía hacer siempre, dejó a su hijos en el colegio en torno a las 9.20 horas. Allí se encuentra con Pedro Gómez, quien se inventa que había ido a llevar a los hijos de la alcaldesa, su pareja, que se había quedado sin gasolina y que le pide que acerque a una gasolinera.

Tras unos primeros minutos en los que nada hacía sospechar a la víctima, Pedro saca la pistola, falsa pero con un aspecto idéntico a una real, y obliga a la concejal a meterse por un camino solitario y parar para "hablar de una cosa". Cuando llegan al lugar, la maniata con bridas y le exige que mande desde su móvil un mensaje al arquitecto municipal, tras lo cual envuelve el aparato con papel de aluminio para evitar la localización según había visto, declara después, en una película.
La víctima trata de forcejear y se pone a llorar y el secuestrador le reprocha que, por su culpa, ha visto llorar mucha veces a su pareja, añadiendo que Noel López "va hablando mal" de ella. En un momento dado, la amordaza y le envuelve la cabeza con cinta carrocera, después de lo cual continúan hasta llegar a Armilla, a un local alquilado por Pedro, donde la obliga a meterse en el maletero amenazándola con una barra metálica. El secuestrador la deja entonces sola y es cuando ella consigue escapar.
La enemistad manifiesta entre Vanessa Romero y la alcaldesa es, según las declaraciones del secuestrador y pareja de esta última, lo que le mueve a él a actuar, aunque apunta a que la concejal tendría información sobre expedientes urbanísticos que podrían comprometer a la regidora actual y a su predecesor, hoy dirigente del PSOE andaluz.

No soportaba el sufrimiento de su compañera, llega a declarar Pedro Gómez, quien explica que ambos mantienen una relación "plenamente consolidada" desde noviembre de 2020 y que se conocieron a través de la aplicación de citas Tinder. Estaban planeando irse a vivir juntos y había llegado a pedirle a Linares que se casasen. Hasta le había regalado, añade, dos anillos.
Añade en sus declaraciones que después de dejar a su víctima encerrada en el maletero del coche volvió a Maracena y se reúne con la alcaldesa, aunque ésta ya sabía, al parecer, que el secuestro había sido un fracaso y que "menuda la que había liado". Pedro la tranquiliza y se marcha, sin saber muy bien adónde ir. Deambula y unas horas después es detenido.
Noel López reaccionó este jueves a la difusión de la versión del secuestrador que le incrimina negando cualquier vinculación con los hechos y argumentando que Pedro Gómez es una "persona desequilibrada", en alusión a es bipolar, como él mismo reconoce en sus declaraciones, y que toma medicación.

¡Detienen a un candidato del PSOE por ser de los Latin Kings!