
Las asociaciones que agrupan al colectivo de autónomos ya lo habían advertido: «Esto será una catástrofe para nosotros. Y si el Gobierno no nos ayuda será nuestro fin». Y las cifras que ayer puso sobre el estrado del Congreso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, atestiguan que no iban nada descaminados en sus predicciones, tras detallar que más de 850.000 autónomos ya se han visto obligados a solicitar la prestación extraordinaria por cese de actividad –aprobada por decreto ley para los que han visto reducida su facturación en un 75%–. Y las previsiones pasan porque se supere ampliamente el millón de solicitantes según vayan pasando las semanas en estado de alarma, aunque las asociaciones –ATA, UPTA y Uatae– tienen sus propias cifras y apuntan a que el impacto negativo sobre este colectivo es aún más demoledor de lo que reconoce el Ejecutivo.