
Dice Gabriel Rufián, el diputado que sin duda más honor hace a su apellido, que la izquierda debe hacer de izquierda y combatir a lo que él considera fascismo. El propio Rufián, considerado por muchos como el charnego y la mascota del independentismo, pertenece a un partido que tiene las manos manchadas de sangre, una organización criminal fundada por asesinos que se jactaban de los métodos que empleaban y que a día de hoy, siguen homenajeando al mayor criminal de catalanes de la historia, Luis Companys, el carnicero de Montjuic.