
Tiene faena Gerard Piqué estos días de confinamiento. Además de mantener la forma en casa, ha liderado el pulso del vestuario del Barcelona con la directiva, resuelto con una rebaja de los salarios de los jugadores de un 70% mientras dure el parón por la pandemia. Además su holding empresarial vive estas semanas, como el resto del mercado, en gabinete permanente de crisis. Mientras la Copa Davis, la joya de sus proyectos deportivos, parece por ahora a salvo en el calendario -aunque muy amenazada por el reajuste de los torneos en otoño-, otras ramas de su negocio tiemblan por la insólita crisis del coronavirus.