
El delantero que guió a Turquía al tercer puesto del Mundial 2002 se gana ahora la vida como conductor de Uber en Washington DC. Hakan Sukur, máximo goleador de la historia de la selección otomana, vive a los 48 años con las mismas dificultades de cualquier emigrante y culpa de esta situación al presidente de su país, Recep Tayyip Erdogan.