
Voy a ser sincero, por un lado me da vergüenza ajena, no sólo ver el cachondeo de los acatamientos de unos y otros, sino como se permite por parte de todo el sistema. Vergüenza ajena porque pese a que yo no me vea representado por ni uno solo de los 350 que acomodan sus posaderas en ese hemiciclo repleto, al menos durante los últimos 40 años, de corruptos, traidores y mentirosos, aunque no me vea representado por ellos, son oficialmente los representantes de los españoles, y esta imagen es la que da España de puertas hacia fuera. Y así nos pasa lo que nos pasa.